requiem a ramiro torreblanca (2)
Difunto sin color, sin lienzos, sólo queda tu voz, ecos de sombra espejos amarradas
a cada uno de los que te cantan.
Difunto quieto, embrujo sin tiempo como el silencio aterrador de la muchedumbre sin fe.
Difunto descalzo y tierno promesa eterna, sólo el silencio del camposanto repite tus
cantos domingueros, cuando vivo salían de tu boca de Cristiano con luces bíblicas sin fe.
Difunto prometido, te marchitarás, cuerpo bajo tierra entre sombras de Apocalipsis, así lo cantabas.
Difunto futuro y pasado: ahora yo, presente sin tì, pintor alado, oficiante, que vuelas
cada momento que alguien te recuerda y en silencio tu voz quemada sin color, esperas el
santo juicio.
La resurrección, ¿para qué la quiero si no te encuentro?
Estas muerto Manosanta y eso no lo habías prometido.
Leticia Gomez Ibarra abril, 1997.
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