martín casillas de alba
Vallarta y las ventanas de Leticia al óleo.
Vi amanecer en Vallarta como aquella madrugada cuando me asomé al balcón para ver cómo se ponía la Luna en el horizonte, detrás de Punta Mita y observar al mismo tiempo cómo se sonrojaba su rostro antes de ocultarse y dejarle la cancha al brutal Febo que, con sus caballos de fuego, volvería a cubrir su ruta después de que sus ninfas le habían bailado, envueltas con sus velos rosados, anunciando su salida, dándole tiempo a la reina de la noche para que se retirara, evitándose los dos astros. Mientras uno se despedía, el otro salía de su letargo y yo recordando cómo es que el "Sol más de una gloriosa mañana acaricia las cumbres de las montañas con su potente luz, besando con su dorado rostro el verdor de las praderas y, con su celeste alquimia, dorar los pálidos arroyos", y de esta manera volver a encontrar el paraíso.
Justo al lado del «Café des Artistes» está la galería donde mi amiga Leticia Gómez Ibarra expuso sus 'Ventanas', en donde ella dice que están inspiradas en algunos poemas de Neruda, aunque lo que haya pintado, y que ahora expone, lo hizo desde su estudio de Guadalajara y parece que son los sueños que tiene sobre aquello que una vez vio o soñó en su vida o en Vallarta, en esa otra ventana que está en el fondo de su alma junto con la poesía que tanto le gusta, para plasmar en sus telas lo que ha vivido cuando se asoma al balcón de su vida –para ver el amanecer– con el azul marino que ocupa un primer lugar y el cielo grisáceo –con poca luz–, el segundo.
Octubre del 2005.