LUIS ARMENTA
Ciertos milagros laicos.
Nombro a una mujer tibia para que ella dé a luz a quien pueda escribir de los siete días líquidos:
Porque ha llovido he pasado unos días de mucho frío interior donde crecen mis ganas de quedarme en estos pies que a veces se detienen para retrasar todo:
El siglo por venir: su voz de incertidumbre en los pulmones respirar suave, lento casi no respirando como si respirar fuera un acto aprendido y nuestro cuerpo no fuera suficiente para vivir del aire que no es aire.
Esto es tan solo el tizne que habremos de limpiar con nuestras manos.
También a la esperanza hay que dejarle sitio para que no la ahogue nuestra respiración.
Pero es la lluvia tanta que congela, así que debemos nombrar a una mujer con la costilla rota de la palabra madre Hay que soplar muy fuerte bajo el barro que antes formara a Dios para romper el hielo de nuestra propia lengua Hay que hacerla venir de entre los muertos que descienda de su cielo de mar y nos desdiga.
Luis Armenta.
Del libro de poemas “Ciertos milagros laicos”
Con ilustraciones de Leticia Gomez Ibarra
Presentado en el FIL el sábado 7 de diciembre 2002
Queridísima.
Gracias por esa luna que se desgaja igual que la sonrisa por tu cara.
Por esos seres que pueblan su interior y atestiguan lo blanco que del cielo cae a cobijarnos.
Por ese lienzo que se deja querer en una intimidad de arena y pergamino.
Gracias por la sorpresa de encontrarme en la cima del monte sin haber dado un paso...
aunque sí: nuestra amistad da un paso al permitirme deambular por tu pintura.
Un beso (que se desgaje, también, sobre tu cara).
(Carta de Luis Armenta a Leticia).
28 de junio del 2004.