Ángelus
Para Adolfo Cubillas.
El Angelus me sorprende, místicos rezos de escuela a medio día. Angelus, Gioto, Filipo Lippi y Fra Angelico, sus lienzos y frescos, mensajero alado, buenas nuevas en sepia, perdidos por los siglos, bajo arcos de cantera y jardines florentinos, ahí la Virgen escucha una voz.
En mi Angelus apareces tú, en luz transformación , tu piel canela y sándalo, tu frente infinita llanura de sueños, tus manos, santa lujuria. Tu vientre camina silencios de lagrimas acunando a la mujer rota, y tu espalda reposa en los azulejos del baño de tus cavilaciones. Tomas mi mano y bajo la magnolia, soles nos iluminan e inventamos el aire de éste siglo
Tu voz en una carta de jueves y recé: “Los ángeles escuchan nuestras plegarias y las llevan lejos y las musitan a los oídos de otros ángeles hasta llegar al fin del mundo, de los cielos del mar hirviente“
Leticia Gomez Ibarra 1998.
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