ULISES GONZÁLEZ
La inspiración.
La inspiración de Leticia Gómez Ibarra, surge de la cotidianidad y los objetos comunes, pero también surge de la mas profunda de las frases poéticas o filosóficas, o del mas rebuscado de los libros, y de esto nos damos cuenta los que hemos estado muchas veces cerca de su creación.
Desde sus inicios Leticia encontró sus temas y encontró una personal y espontánea manera de expresarlos, aunque recurre constantemente a temas vistos en la historia del arte, los hace propios con su manera, y su dibujo, muy personales. Desde sus naturalezas muertas con sus flores, frutas y fruteros, sus sandías, sus manzanas, pitállas y piñas, sus peces y sus olas, observamos su propio estilo, tiene momentos de un exuberante colorido, muy Mexicano y muy auténtico, con una perspectiva que nos hace recordar a los pintores naif sin serlo.
En la figura humana es también muy personal, a ella no le interesa dibujar bien una mano, ni un cuerpo, y mucho menos un retrato, a ella le interesa su cuerpo, el que ella crea a su modo, el que desdibuja arbitrariamente y con su particular visión del mismo, pero con la gracia para que el espectador también lo observe, distinga y hasta disfrute.
La obra de Leticia fluctúa todo el tiempo entre la abstracción y la figuración, muchas de sus series no están bien delimitadas en ese aspecto, pero es el resultado de una intencionalidad. En la obra mas reciente se percibe una madurez y una búsqueda mas precisa y definida en su forma de expresión y aunque sigue siendo una abstracta- figurativa, hay una unidad temática y formal, un hilo conductor que organiza toda el conjunto, en algunos momentos nos recuerda arquitectura autóctona propia de su país, y nos abstrae a las civilizaciones ancestrales Mayas, Aztecas, etc., la serpiente emplumada, los totems, las pirámides y arcos de esta riquísima y antigua cultura que le es tan personal, pero también nos podría hacer pensar en mas recientes, quizás un Legorreta o un Barragán, y si, porque ahora Leticia se nos ha vuelto mas sobria, con líneas rectas, planos de colores tenues en gamas del ocres, grises, y otros tonos pasteles, con texturas que parecen muros, piedras.
Son formas que nos remiten a la contemplación, al la espera, al silencio, al misterio.
6 de mayo del 2005.